Día 1: Has llegado a Acapulco, lugar de ensueño retratado incontables veces en el cine y la televisión. Dejas tus valijas en el hotel y te decides a dar una vuelta para comenzar a conocer el lugar. Para comenzar que en tu primer día recorras la Avenida Costera Miguel Alemán. Se trata de la principal vía turística de. Allí podrás recorrer distintos centros comerciales y disfrutar de sabrosas comidas en los grandes restaurantes que adornan su trayecto. Es justo sobre esta avenida, corriendo en paralelo, que podremos encontrar las más bellas playas de Acapulco. Además, podrás visitar diversas plazas y monumentos, como la Plaza de la Heroica Escuela Naval Militar o los monumentos a Mahatma Ghandi o el Faraón Tutmosis III.
Día 2: En tu segundo día, te recomendamos que visites la Playa Hornos. Esta playa es una de las playas más concurridas y tradicionales de Acapulco y se encuentra dentro de la zona denominada Acapulco Tradicional. Sus playas ostentan fina arena, aguas cristalinas y una peculiar y famosa barrera compuesta por palmeras. Allí, además, podrás disfrutar de una amplia selección de restaurantes especializados en platos con mariscos y, en el área conocida como “Tamarindos”, también podrás participar en diversos deportes o disfrutar de una amplia variedad de espectáculos culturales.
Día 3: Al amanecer en tu tercer día te pedimos que te dirijas hacia La Quebrada. La Quebrada es un acantilado de 45 metros de altura en el cual se practica el deporte del clavadismo. En una de las paredes encontrarás un restaurante desde el cual podrás apreciar a los clavadistas. Lo que hace interesante esta visita es el peligro que este deporte conlleva en el lugar. Al saltar, el clavadista debe calcular el punto más alto de una ola para evitar chocar contra las rocas del fondo del mar. Allí se realiza el Campeonato Mundial de Clavados de Altura y diversos espectáculos de exhibición.